sábado, 22 de agosto de 2015

Homilía del XXI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO.

Del libro de Josué. 24, 1-2a. 15-17. 18b.

Josué reunió a las tribus de Israel en Siquén. Convocó a los ancianos de Israel, a los jefes de familia, a los jueces y escribas, y se presentaron ante el Señor.

Josué habló al pueblo:

   —Así dice el Señor, Dios de Israel:
Y si no están dispuestos a servir al Señor, elijan hoy a quién quieren servir: a los dioses que sirvieron sus padres al otro lado del río o a los dioses de los amorreos en cuyo país habitan, que yo y mi familia serviremos al Señor.

El pueblo respondió:
   —¡Lejos de nosotros abandonar al Señor para ir a servir a otros dioses! Porque el Señor, nuestro Dios, es quien nos sacó a nosotros y a nuestros padres de la esclavitud de Egipto, quien hizo ante nuestros ojos aquellos grandes prodigios, nos guardó en todo nuestro peregrinar y entre todos los pueblos que atravesamos. El Señor expulsó ante nosotros a los pueblos amorreos que habitaban el país. Por eso también nosotros serviremos al Señor: ¡él es nuestro Dios!

domingo, 16 de agosto de 2015

Homilía del XX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO.


Del Santo Evangelio según san Juan: 6, 51-58.

Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Quien coma de este pan vivirá siempre. El pan que yo doy para la vida del mundo es mi carne. Los judíos se pusieron a discutir:

   —¿Cómo puede éste darnos de comer [su] carne?


Les contestó Jesús:

   —Les aseguro que, si no comen la carne y beben la sangre del Hijo del Hombre, no tendrán vida en ustedes. Quien come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. Quien come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. Como el Padre que me envió vive y yo vivo por el Padre, así quien me come vivirá por mí.

Éste es el pan bajado del cielo y no es como el que comieron sus padres, y murieron. Quien come este pan vivirá siempre.


¿Que comes? VERDADERA COMIDA o comida chatarra.

Hola a todos, paz y bien.

Estamos en el discurso del Pan de Vida, en el Evangelio de san Juan. Este estracto del Evangelio nos hace ver quien es el PAN DE VIDA, que Jesús nos da de comer su propio CUERPO y su propia SANGRE, algo así como si hoy nos dijera ven y te daré de comer unos taquitos de trompo pero de mi propia carne, a todos nos causa repugnancia saber que los tacos sean de perrito, de gato o de caballo, pero saber que son de carne humana es inconcebible. Esto es lo que les pasa a los Judíos que escucharon a Jesús y no le creyeron, ojala no nos pase así a nosotros.

Cuando nos dan a escoger entre un platillo saludable, con verduras, un pescado o pollo a la plancha, un arrocito o un durito con su repollo, con su queso, crema, salsa, queso amarillo y cueros, ¿qué es lo que escogemos? me van a decir que el platillo saludable, para quererse engañar a ustedes mismos. Pero lo cierto es que preferimos la comida charra, pues decimos que no podemos resistirnos, pero recordemos que llenar la pancita no es igual que comer nutritivamente. Cuando vamos en el 89 (autobús de la ciudad de Monterrey) todo lleno el camioncito y nos da hambre apoco no comemos lo que sea, no nos fijamos incluso que es lo que comemos, como esta, si esta rico o no, si es limpio, lo que queremos es saciar nuestra hambre. No se diga en cuestión de la bebida, si tenemos un problema, si estoy disgustado con mi pareja, si estoy festejando o viendo el partido, lo primero que hago es beber en exceso, como dice la segunda lectura de hoy, me conformo con lo que sea, tomando lo que sea con tal de ahogar mis penas, con tal de sentirme bien aunque sea pasajero, pues despues de la emborrachada viene la cruda realidad.

Algo parecido nos pasa en el plano espiritual, cuando no comprendemos que es la VERDADERA COMIDA, la COMIDA que nos sustenta y nos nutre realmente, cuando no comprendemos que "comulgar es un acto sublime", nos conformamos con cualquier cosa, andamos comiendo comida chatarra espiritual, permitimos que telerisa, teleseca o la cuchufleta (faceboook) nos den de comer o le den de comer a nuestros hijos. Es más comemos de lo que sea cuando estamos desesperados, vamos al brujo, al desamarre, al amuleto, a que nos lean no se que, a que nos quiten nuestro poco o mucho dinero, y no confiamos en el VERDADERO PAN DE LA VIDA que es JESUCRISTO EL SEÑOR.

No se diga cuando tomamos, ni siquiera tomamos de la FUENTE DE LA VIDA (DE LA SANGRE DE JESÚS) preferimos tomar libros de esoterismo, de metafisica barata, de poesia sexosa y no bebemos de la PALABRA DE DIOS. Somos gente de Iglesia, de misa diaria o dominical, pero preferimos beber de otras cosas y no de la VERDADERO PAN Y DE LA VERDADERA BEBIDA. Hermanos y hermanas reflexionemos bien la Palabra y lo que vivimos en cada Eucaristía, no seamos santurrones que nos persignamos de todo pero bebemos y comemos de lo que caiga, seamos selectivos de lo que comemos y bebemos espiritualmente, así como de repente nos cuidamos de no comer algunas comidas que nos hacen mal. Tampoco no seamos como algunos (entre ellos padrecitos) que cuidan excesivamente de lo que comen y se alimentan con pura porqueria mundana en el plano espiritual.

El Señor le bendiga y les haga ver que EL ES EL VERDADERO PAN DEL CIELO, hagamos la prueba y verán que bueno es el Señor, como dice el salmo de hoy.

¡Buen domingo e inicio de semana!

Fray Juan Gerardo Morga, OFMcap.