domingo, 20 de noviembre de 2016

Solemnidad de JESÚS, REY DEL UNIVERSO.



¡REY QUE INCOMODA!

Hola hermanos y hermanas.

Hoy terminamos el año litúrgico festejando a Jesús, Rey del Universo, pero reflexionemos que no es cual quier rey. Es un rey de justicia, de amor y de paz, que nos incomoda con su forma de ser a los seres humanos hambrientos de fama, poder, dinero o placer.

Jesús es un verdadero Rey porque en lugar de un TRONO tuvo una Cruz desde que sirvió y dió una de las lecciones más grandes: "seguir amando a pesar de no ser correspondido". Desde este trono incomoda a muchos que se creen dueños y señores del mundo, del dinero, que piensan que lo pueden utilizar como quieran a costa del empobrecimiento de los pobres, nos incomoda a nosotros simples cristianos que solo nos sentamos en las bancas de las iglesias para calmar nuestras conciencias o para decir "ya cumplí". Incomoda a tantos eclesiásticos que viven una vida de ricos sin ayudar a los pobres. Que fuerte sonaría nuestro grito: "VIVA CRISTO REY", si hiciéramos el bien a todos, si las riquezas las aprovecharamos todos, que los que tienen el poder terreno lo utilizaran para servir de verdad a todos.

Nuestro Rey esta CORONADO DE ESPINAS, mientras muchos nos afanamos por recibir la corona, las adulaciones, las flores de los que no reconocen a Dios como PRINCIPIO Y FUNDAMENTO de todo -como dice la segunda lectura- aun de aquello que el egoísmo humano quita a la gloria de Dios. Incomoda Jesús a aquellos que viven en la seguridad pasajera de el bienestar, de lo provisorio, abanderado con la frase celebre de telerisa: "ya es viernes y el cuerpo lo sabe". Incomoda a aquellos que busca solo aparecer pero no hacen nada, por aquellos que siempre critican pero no son coherentes. Que fuerte sonaría nuestro grito: "VIVA CRISTO REY" si hiciéramos, con humildad y sin fanfarreas, lo que hemos venido a este mundo, HA HACER EL BIEN.

Y en lugar de CETRO le dimos CLAVOS. Clavos para clavar al que siempre nos han incomodado con su forma de ser en siglos y siglos, para clavar a Este que han seguido tantos y tantos justos en la historia, santos que no se ven, santos que no son canonizados, pero que fueron reconocidos por que llevaron en sus manos las marcas del crucificado, por que hicieron obras buenas como dar de comer al que no tiene, vestir al desnudo, dar de beber al sediento de amor, pues cuando nos disponemos a amar quedan marcas del sufrimiento. Así como le queda a una madre la cicatriz de la cesárea, asi le quedo las cicatriz al SEÑOR DE LA GLORIA por ganarnos el cielo por amor. Que incomodo saber que a pesar de las injurias, apesar de los insultos que le propinamos a Dios, a Jesús, el sigue diciendo "perdonalos porque no saben lo que hacen", que incomodo saber que su amor es tan grande que aun clavado y sin nada nos diga: "hoy estarás conmigo en el paraíso".

Queridos hermanos somos todos los bautizados hermanos del REY JUSTO, DEL REY DE AMOR, DEL REY PAZ, y como somos hermanos también nosotros, y no solo los que en el Vaticano se visten de rojo, somos príncipes de su REINO. Vivamos como verdaderos príncipes en las pequeñas obras, hagamos el bien, incomodemos a los que nos hacen mal haciéndoles el bien, no respondamos con violencia a quien nos ataca con sadismo. Seamos constructores valerosos de la paz, sufriendo con paciencia y por amor, pero sobre todo "aprendamos que Él es manso y humilde de corazón". 

Fray Juan Gerardo Morga, OFMCap.