sábado, 28 de enero de 2017

¡VALE LA PENA! - 4to. Domingo Ordinario.

Hoy hay tantas situaciones, tantas cosas, tantas violencias internas y externas de personas que nos hacen vulnerables, que nos desaniman, que nos provocan miedo. Pero hoy, mas que nunca, las palabras de Jesús este domingo son para que este animo se nos levante, para vencer los miedos, para que la vulnerabilidad nos haga fuertes.

Parece que en la atmósfera solo se respira desaliento, desanimo, violencia, desamor, negatividad, etc. Pero ante esta realidad Jesús nos invita a contrarrestar estas realidades con sus "BIENAVENTURANZAS", que yo traduciría en un lenguaje mas actual como sus "VALE LA PENA". A ver con ojos positivos la realidad oscurecida de la que hablaban las lecturas el domingo pasado, a ver con ojos alumbrados, con ojos clarificados y seguir luchando por un mundo y una realidad mejor.

Por eso nos anima con estas palabras:

«Bienaventurados los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos,
porque ellos heredarán la tierra.
Bienaventurados los que lloran,
porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz,
porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo».

Que es igual a decir:

VALE LA PENA ser pobre de espíritu, 
porque de este es el reino de los cielos.
VALE LA PENA ser manso, porque este heredara la tierra.
VALE LA PENA llorar para aclarar los ojos, pues Dios te consuela.
VALE LA PENA luchar por la justicia, porque se hará justicia.
VALE LA PENA practicar la misericordia, 
por que solo así se alcanza la misericordia de Dios.
VALE LA PENA ser limpio de corazón (inocencia), 
porque este verá cara a cara a Dios.
VALE LA PENA trabajar por la paz, 
porque este se llamará por excelencia hijo de Dios.
VALE LA PENA ser perseguido por causa de la justicia, 
porque de este es el reino de los cielos.
VALE LA PENA cuando somos insultados, perseguidos o calumniados por mi causa. ALÉGRENSE Y SALTEN DE GOZO, porque la recompensa es grande en el cielo.

Recordemos que las situaciones limites, los retos en nuestra vida personal, la noche oscura, les sigue la fuerza, la felicidad y el día claro, como "el sol que nace de lo alto". No perdamos la fe y la esperanza en un mundo mejor, pero empecemos nosotros, pues como dice la segunda lectura, aunque nos sintamos pequeños y débiles, esto es lo que Dios ha querido utilizar para desconcertar lo fuerte del mundo, hagamos pequeñas cosas y lo mas bien que podamos, pues pareciera que no ayudaran, pero sumando esas pequeñas cosas de cada uno podremos ser una gran diferencia a favor del Reino de Dios: reino de justicia, reino de amor y reino de paz.

VALE LA PENA ir por este camino propuesto por Jesús, que aunque tiene sus dificultades y sus cruces, como lo hizo Él, es grande la recompensa al final. Caminemos decididos por el camino de las BIENAVENTURANZAS con un corazón abierto a las sorpresas de cada día y sobre todo buscando la humildad, pues en la humildad se encuentra a Dios.

Fray Juan Gerardo Morga, OFM Cap.