Parábola del buen samaritano.
Haz tú lo mismo.
En este domingo hay varios temas
en las lecturas que escuchamos en la Misa, los mandamientos, la misericordia,
la compasión, el buen samaritano. Pero quisiera hablar del mandamiento de Dios.
Cuando escuchamos que “Dios nos
da mandamientos” inmediatamente se nos viene a la mente “restricciones”, “prohibiciones”,
“leyes”, sin embargo los mandamiento de Dios no son esto, son consejos de Dios
para ser feliz cada uno como persona y para que todos vivamos bien. Pues si
hacemos caso a los consejos de Dios viviremos en paz, en armonía, seremos
felices.
Estos mandamientos, dice la primera
lectura están cerca de nosotros, en nuestra mente y en nuestro corazón, por eso
cuando no hacemos las cosas bien, el corazón, la conciencia nos habla como
agritos diciéndonos que no hicimos bien las cosas, pues estos consejos de Dios están
inscritos en nosotros.
Conocemos que son diez los mandatos
de Dios, pero en el Evangelio Jesús los resume en uno, que tiene un doble
compromiso, un doble amor, una doble invitación. Jesús le pregunta al hombre
que le pone a prueba, que lee en la ley de Dios, y este le contesta: "Amarás
al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas
y con todo tu espíritu, y a tu prójimo como a ti mismo". De hecho
este es el mandamiento más importante para los hombres de este tiempo. Pero
Jesús nos invita con una parábola a que vayamos más haya de la ley. La ley más importante
de todas es la caridad, no podemos decir que amamos a Dios a quien no vemos,
sino amamos al prójimo que si vemos, esto lo dijo san Juan hace mas de mil años
y sigue vigente hasta hoy, pues muchas veces nos olvidamos del prójimo, del que
esta a nuestro lado. A veces nos importa más cumplir, que amar a nuestros
semejantes.
Queridos hermanos y hermanas, lo
más importante en la vida cristiana, en el seguimiento de Cristo es amar, no
seguimos unos ritos, una doctrina, sino a una persona que se llama Cristo, y
esta persona nos enseña como amar, como
tener compasión, que siempre hay que tener misericordia. En ocasiones cumplimos
con ir a Misa, pero no queremos cumplir con las obligaciones cotidianas. Una
madre de familia es “buena samaritana” cuando pone primero que todo a Dios
sirviendo a sus hijos y a su esposo, y después va a Misa, un hijo es un “buen
samaritano” cuando obedece y hace feliz a sus padres, no solo se trata de
cantar o servir en un grupo de la Iglesia sino de ser coherente, es decir, ser
bueno en la Iglesia y es la vida cotidiana. Lo importante es tener en cuenta que
la vida de fe y la vida cotidiana esta conectada, vinculada una de otra.
Este domingo es una buena
ocasión, para preguntarnos si nuestra fe y amor a los demás, están de acuerdo.
Ser cristiano hoy, significa cumplir esta ley de amor, una ley que no
esclaviza, sino que libera. Jesús ya nos enseño como ser buen samaritano, pues el lo fue, entonces hermanos y hermanas, hagamos lo mismo.
Fray Juan Gerardo Morga,
OFMCap.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario