domingo, 5 de octubre de 2014

Homilía del 27º Domingo del Tiempo Ordinario.

De la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Filipos: 4, 6-9.

Hermanos: No se angustien por nada, y en cualquier circunstancia, recurran a la oración y a la súplica, acompañadas de acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios. Entonces la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones y los pensamientos de ustedes en Cristo Jesús.
 
En fin, mis hermanos, todo lo que es verdadero y noble, todo lo que es justo y puro, todo lo que es amable y digno de honra, todo lo que haya de virtuoso y merecedor de alabanza, debe ser el objeto de sus pensamientos. Pongan en práctica lo que han aprendido y recibido, lo que han oído y visto en mí, y el Dios de la paz estará con ustedes.
 
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"ORA, TEN FE, NO TE PREOCUPES"
San Pio de Pietrelcina.
 
 
Hola a todos, que el Señor les de su paz.
 
Hay muchas preocupaciones en nuestras vidas, hay muchas desilusiones, nos desanimamos por todo, nos estresamos por nada, nos enojamos por insignificancias, pensamos que los demás nos hacen muchos problemas y el problema somos nosotros mismos, pues nos preocupamos de más y no hacemos oración por lo que nos preocupa, por el problema, pensamos incluso que el problema que tenemos es más importante que otra cosa.
 
Cuando pensamos que los problemas que tenemos son imposibles de resolver, lo son eh, cuando pensamos que es una carga, lo es, cuando damos un poder extra a las dificultades que cada uno tenemos estamos encerrándonos en nosotros mismos y no permitimos ni siquiera la ayuda de Dios y menos de los hermanos que viven con nosotros. En cambio una persona que ora y tiene fe, ve en los problemas, en las dificultades, en los retos, una oportunidad de crecer como persona. Por eso san Pio, que acabamos de celebrar el 23 de septiembre decía: "ora, te fe y no te preocupes", es decir, hablar con Dios antes de decir que tu problema es grande y no tiene remedio, ver el problema con ojos de fe, pues si se ve sin fe se ve el problema, el reto o la dificultad más grande que nuestras propias fuerzas y más grande que Dios.
 
No sirve de nada preocuparse, no sirve de nada patalear o hacer berrinche como un niño que no sabe hacer con una situación y se tira en el suelo para llamar la atención. En cambio si sirve mucho orar y tener fe, tener confianza en que Dios nos ayuda siempre y nos ayuda por medio de los demás. Si todo lo que pensáramos fuera "verdadero y noble, todo lo que es justo y puro, todo lo que es amable y digno de honra, todo lo que haya de virtuoso y merecedor de alabanza", todo seria mejor, pero no siempre estamos conscientes de esto que nos dice san Pablo, por eso hay que permanecer en continua oración con Dios, en continua comunión y comunicación con Dios.
 
Por eso hermanos hay que confiar siempre en Dios, confiar en que siempre esta con nosotros. Tener la certeza de que siempre nos ayuda, de tener los pensamientos de Cristo cuando tenemos dificultades, preguntarnos ¿Qué haría Jesús en mi lugar? ¿Cómo lo resolvería el Señor?, y así vendan algunas respuestas de las que leemos y reflexionamos cada domingo. Aunque haya muchos problemas en la familia, hay que confiar en Dios que Él nos ayudará, y recordemos que como dice el salmo de hoy: "la viña es la casa de... (ponga cada uno el nombre de su familia) y esta viña no es nuestra sino de Dios, solo somos su administradores, hay que hacer lo mejor para los hijos y hacerlos responsables de sus actos pero conscientes de lo que fallamos también nosotros en relación con nuestro padre Dios. Animados y alegres caminemos hacia ser mejores personas, mejores familias, mejor Iglesia, mejores comunidades, y oremos por el Sínodo sobre la familia que se llevará a cabo esta semana en Roma junto con toda la Iglesia y el Papa Francisco.

 
¡Excelente Domingo y semana!
 
Fray Juan Gerardo Morga, OFM Cap.


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