domingo, 13 de septiembre de 2020

SI ERES PERDONADO, PERDONA.

En el padre nuestro pedimos que Dios nos perdone "así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden", pero lo cierto es que cuesta mucho perdonar, nos encanta sentir esa sensación de ser perdonados, ese alivio por habernos reconciliado, pero es más difícil otorgar perdón, ese perdón sincero que hace que tratemos al que nos ha ofendido como si nada hubiera pasado.

- COSAS ABOMINABLES SON EL RENCOR Y LA CÓLERA. Así dice la primera lectura que escuchamos, por qué perdonar hace bien al que perdona, le conviene a quién lo otorga, no hacerlo puede llevar al corazón del hombre a enfermarse de odio y de tristeza. Además no se tiene cara de pedir perdón a Dios, si uno no perdona al prójimo, una condición indispensable para obtener el perdón de Dios es reconciliarse con el hermano, es abominable que uno comulgue en la misa el Cuerpo del Señor cuando no se ha reconciliado con el hermano que le ofendió, o peor aun, que por rencor o enojo hace venganza a su hermano. El odio y el rencor son la manifestación clara del orgullo de quien no quiere perdonar, pareciera que hace mal al prójimo, pero sin embargo se hace más mal a si mismo.

En muchas ocasiones enfocamos hacia los sentimientos nuestro actuar, pero tendríamos de aprender de Dios que "es compasivo y misericordioso", tendríamos que enfocar más nuestros sentimientos a Dios, nuestra mirada en sus sentimientos, para fijarnos que a pesar de que no le correspondemos como se debe Él sigue siendo rico en paciencia y abundante de ternura. Cumplamos con esa sencilla oración que Jesús nos enseño del padre nuestro que reza, "perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden".

pardon | Pedir perdón, Cartas de perdon, Imagenes de arrepentimiento
Una persona es valiente para pedir perdón, pero es mas valiente quien lo concede.

- EL PERDÓN NOS HACE SER DEL SEÑOR. La característica principal de Dios es que siempre es misericordioso, muchos alegan que Dios "es justo y también es misericordioso", pero en realidad es justo porque cumple con su principal característica que es la misericordia, la compasión, el perdón. "Somos del Señor, en la vida y en la muerte", como dice san Pablo en la segunda lectura, si practicamos siempre esta característica de Dios, y tenemos paciencia y perdonamos nos parecemos a Jesús "que resucito para ser Señor de vivos y muertos".

Perdonar nos vuelve a la vida, nos regresa a nuestra condición originaria de "ser como Dios", semejante a Él, cuando perdonamos Dios dice con mucho orgullo "ese es mi hijo amando". Si quieres ser del Señor, perdona siempre.

- SETENTA VECES SIETE. De hecho esta recomendación de "perdonar siempre" es la que hace Jesús a Pedro en el evangelio, es necesaria esta disposición del corazón a siempre estar dispuesto a ofrecer el perdón, a justificar al hermano de como se comporta, porque siempre detrás de un comportamiento o actitud nefasta, también hay heridas y traumas. 

Quien más experimenta el amor, la misericordia y la compasión de Dios, nuestro Padre amoroso, más debe de perdonar las ofensas del prójimo. Quien no perdona o tiene misericordia muy poco a sentido o experimentado el amor desinteresado de Dios.  

#FrayYOLO

No hay comentarios.:

Publicar un comentario