domingo, 20 de septiembre de 2015

Homilia del XXV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO.

Del Libro de la Sabiduría. 2, 12. 17-20.

Tendamos trampas al justo, que nos resulta incómodo: se opone a nuestras acciones, nos echa en cara las faltas contra la Ley, nos reprende las faltas contra la educación que nos dieron; vamos a ver si es verdad lo que dice: comprobando cómo es su muerte; si el justo ese es hijo de Dios, él lo auxiliará y lo arrancará de las manos de sus enemigos. 
Lo someteremos a tormentos despiadados, para apreciar su paciencia y comprobar su resistencia;lo condenaremos a muerte deshonrosa, pues dice que hay alguien que cuida de él.


SI LOS HERMANOS TE PONEN TRAMPAS, 
¡VAS BIEN!

Hola hermanos y hermanas, paz y bien.

Es muy común en el ambiente familiar que los hermanos tengan celos o un hermano sobresalga más que otro y empiecen los celos, los padres aprecian más la conducta del hijo sobresaliente, es cuando empiezan las pruebas o trampas de los hermanos al hermano "estrellita". Lo mismo pasa en el ámbito eclesial, cuando un hermano o hermana va a la misa, anda en algún grupo de la Iglesia, etc. empiezan las criticas y los hermanos que nunca vienen empiezan a criticar, pero estas criticas tienen sentido si el hermano incomoda con su conducta, con su testimonio.

En la primera lectura de la misa leemos de los celos, pero también de lo incomodo que resulta el testimonio o la conducta de los que se acercan a Jesús o son coherentes con su vida. De hecho un termómetro de que estas siendo buen testimonio es cuando hay criticas, cuando hay burlas, cuando quieren eliminarte porque tu forma de vida no gusta a los que están en la oscuridad. Pero si no te critican, sino te ponen zancadillas, si están siempre de acuerdo contigo, entonces tienes que analizarte pues puede ser que no estas siendo buen cristiano, o no estas dando buen testimonio. No rehuyamos a las criticas y a las pruebas que nos ponen los demás y antes que considerarlas como una cosa desagradable, consideremoslas como el termómetro de nuestra vida cristiana coherente. 

No caigamos en el juego de aquellos hermanos que se dicen: "vamos a decirles tal o cual cosa,  pues como anda en la Iglesia no va a decir nada", no es que no podamos contestar o no nos defendamos, pero hay que ser mucho muy inteligentes para contestar, pues aveces puede ganarnos el coraje, la ira y podemos contestar más feo de como nos insultaron y es un contra testimonio. Seamos más listos, seamos más astutos como el mismo Jesús, no debemos de ser dejados, pero tampoco groseros. El mismo Jesús pide una aclaración cuando el guardia lo abofetea, pero no excedamos en nuestro afán de aclarar las cosas.

No nos creamos los más importantes, no sirvamos como empleados, pensando que nuestra posición o nuestro servicio nos da mucho poder para mandar, para estar encima de los demás. El servicio de Cristo fue humilde, fue a beneficio de los demás, incluso su muerte, la que profetiza en el Evangelio de hoy, es un servicio a la humanidad. Jesús nos pone de ejemplo a los niños, seamos como ellos: espontáneos, sinceros, bondadosos, aunque se enojan se contentan rápido, compasivos, alegres. La Iglesia necesita testimonios sencillos, testimonios claros, testimonios espontaneos, alegres; no tomemos el servicio hacia Dios solo para sentirnos bien con los aplausos, las apariciones, la fama, el poder sino más bien sirvamos con humildad, con espontaneidad, con mansedumbre, siendo sencillos y coherentes, sin causar celos, siendo responsables y organizados. 

¡Un abrazo y que tengan un buen domingo!

Fray Juan Gerardo Morga, OFMCap.


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