domingo, 22 de noviembre de 2015

Homilía SOLEMNIDAD DE CRISTO REY DEL UNIVERSO.

Lectura de la profecía de Daniel (7,13-14):

Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él. Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.

QUIEN SIRVE ES UN VERDADERO REY.


Cuando escuchamos la palabra"rey", nos imaginamos a los reyes de este mundo o las reinas y princesas de cuentos de niños, con sus coronas, con una vida cómoda, que son personas muy poderosas económica, política y culturalmente hablando. Incluso vienen a nuestra mente aquellos buenos reyes como David o los malos reyes que oprimían a sus pueblos con impuestos o cargas que eran causa de su mala comprensión de que es un rey.

Jesús en el Evangelio de hoy nos dice que "su reino no es de este mundo", y no lo dice despectivamente como queriendo decir que no quiere al mundo o los que vivimos en el mundo, seria iluso pensar que Jesús no quiere al mundo y a los que vivimos en él, lo que quiere decirnos con esa frase en su palabra es que lo que entendemos y lo que hemos construido como estructura o los reinados o las instituciones no son compatibles con su reino, pues el significado de su reino esta en la misma palabra REY. La palabra REY significa SERVIDOR o EL QUE SIRVE, de tal forma que quien es servidor de los demás es un verdadero rey, quien sirve más es más rey. Por eso no se entiende en la sociedad y que las estructuras de poder se utilicen para veneficiar a unos cuantos, y no se puede comprender que en la Iglesia hayan personas que se crean los reyes o los dueños de la Iglesia, puesto que Jesús es el único dueño o rey, no solo de la Iglesia si no del universo.

Cuantas personas en la Iglesia no hemos comprendido que el verdadero poder y el verdadero reinado de Jesús es el servicio, y nos afanamos por mandar a los demás, queremos ser unos mandones, incluso nos sale perfecto cuando mandamos hasta el dedito se para más al señalar lo que esta bien o lo que esta mal. Si Jesús no vino a mandar o ha ser rey como lo entendemos nosotros, sino a servir, como es que nosotros queremos hacer lo que Él no hizo. Es una gran tentación de todos los que formamos la Iglesia en creernos, pecar de soberbia, de pretender mandar para sentirme bien, es una cadena de pecado que no queremos romper. Por eso el Papa Francisco no se cansa de decirnos que seamos una Iglesia servidora, que salga, que tenga las puertas abiertas, que se accidente con tal de servir, que reciba a todos y que abrace sobre todo al que se siente lejos de Dios.

De repente uno puede pensar que estamos haciendo el Reino de Cristo, el Reino de Dios, pero no nos damos cuenta de que ni en la sociedad, ni en las estructuras, ni en la Iglesia nos escapamos de construir una cosa que no es el Reino de Dios, por eso Jesús dice que su Reino no es de este mundo, no es de este mundo cuando no servimos sin esperar nada a cambio, no es de este mundo cuando todo se vuelve formalidad y no hay espontaneidad, cuando nos volvemos legalistas y no misericordiosos. No nos damos cuenta que el servir nos hace plenos, que el servicio nos pone alegres, que ayudar nos da muchas satisfacciones, que el trabajar por algo o por alguien nos dignifica y nos sentimos más plenos.

Si andas deprimido o no encuentras sentido a tu vida, es porque no te haz dispuesto a servir, es decir, no te haz dispuesto a ser un verdadero rey en la vida. Hay que estar con los ojos bien abiertos para ver nuestro universo en el que podemos servir, pues como JESUCRISTO ES EL REY DEL UNIVERSO, así tambien nos invita a serlo a nosotros, pero en nuestro pequeñño universo que puede ser la familia, el trabajo, la escuela, los amigos, el grupo de la Iglesia. Cuanto desgaste por que no nos llevamos bien, cuantas neuronas quemadas porque no queremos servir de verdad a la manera de Jesús.

Termino por fin por una frase muy conocida, que bien podríamos tomarla como un programa de vida: QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR, esta frase expresa de una menera especialisima la descripción del Reinado de Jesucristo y es como deberiamos de construir nosotros ese reinado. Reinado de justicia, Reinado de amor, de paz.


Fray Juan Gerardo Morga, OFMCap.

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