miércoles, 20 de enero de 2016

Homilía -DIOS OBRA TODO EN TODOS- del 2do. Domingo Ordinario.

De la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios:12,4-11.

Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común. Y así uno recibe del Espíritu el hablar con sabiduría; otro, el hablar con inteligencia, según el mismo Espíritu. Hay quien, por el mismo Espíritu, recibe el don de la fe; y otro, por el mismo Espíritu, don de curar. A éste le han concedido hacer milagros; a aquél, profetizar. A otro, distinguir los buenos y malos espíritus. A uno, la diversidad de lenguas; a otro, el don de interpretarlas. El mismo y único Espíritu obra todo esto, repartiendo a cada uno en particular como a él le parece.

DIOS OBRA TODO EN TODOS.

Hola hermanos y hermanas, paz y bien.

Cuando escuchamos o leemos que Jesús hace milagros (cosas extraordinarias) pensamos que: ya sea que si en realidad los hizo o que Él los hacía porque era Dios, sin embargo como dice la primera lectura, Dios actúa (obra) todo en todos, es decir, cuando estamos bien dispuestos nos toma como sus instrumentos para hacer cosas maravillosas, incluso podríamos decir que hacemos milagros (cosas que salen de lo ordinario). Vea el vídeo antes de continuar.


Cuando esta hermana (Salma Hayek) dice que el psicólogo le dijo que había hecho un milagro es cierto. Cuando estamos dispuestos a la fuerza divina, cuando estamos conscientes de nuestros limites y potencial podemos hacer milagros. Cada persona fue pensada, fue creada por Dios para que haga milagros esto es real, lo que pasa es que tenemos un mal concepto de "milagro", pensamos y lo definimos como "hecho no explicable por las leyes naturales y que se atribuye a intervención sobrenatural de origen divino"; así lo define la Real Academia de la Lengua Española y muchos diccionarios, sin embargo Jesús curaba con sus milagros, más haya de hacer algo fuera de lo humanamente explicable, podríamos decir que Jesús curaba, era un curador; sacaba lo mejor de las personas, incluso algunas curaciones las hizo primero a nivel interno y luego a nivel físico.

Cada uno de nosotros puede hacer también estas curaciones, sacar lo mejor de las personas, pero debe estar bebiendo del "vino bueno" que es Jesús, según el Evangelio de hoy. Cuando no esta el Espíritu de Jesús no solo no puedes curar, sino que lo que hacemos lo hacemos porque nos toca, porque nos sentimos bien, porque hay que hacerlo. En cambio si bebemos del vino bueno hacemos milagros tan solo escuchando a las personas, siendo amables y recibiéndolas aunque sean personas dificiles. Personalmente he visto muchas curaciones (milagros) que Dios ha hecho cuando estoy dispuesto y me dejo llevar por Él.

Cuando no esta Jesús en nuestra vida, en el matrimonio, en nuestras familias, en los grupos de la Iglesia, en la misma Iglesia, nos parecemos a la fiesta aguada del Evangelio, y por más dones que Dios quiera darnos, estamos como cerrados a recibirlos para bien de los demás, siempre hay alguien que esta más atento como la Virgen que le dice a Jesús que les ayude, pidamos a Jesús que nos ayude a todos a que comprendamos su obra, su misión, su amor que es el mismo orar, misión y amor nuestro. Pidamos a Jesús que convierta nuestra agua en vino y no cualquier vino o vino adulterado, sino en el "vino bueno" que es Él. Solo así los dones del Espíritu, de su Espíritu serán útiles y buenos para todos.

Y aunque todos tengamos diferentes dones, no nos creamos que somos nosotros que hacemos los milagros, las curaciones o las obras inexplicables, sino estemos conscientes de que es Dios, que es el Espíritu de Jesús. Pues Él obra en todos, somos sus instrumentos, no los mediadores, el único que es mediador entre Dios y los hombres es Jesús. A la vez siempre hay que discernir de donde vienen esos dones, pues también el mal o el diablo nos da esos dones que parecen que son de Dios, pero no lo son. Una buena forma de saber si las cosas vienen de Dios es que cuando un don viene y te hace mejor, cuando el don de hablar, de interpretar, de curar, etc. no te hace más humilde, mas generoso, más servicial, amable, no es de Dios.

Hermanos y hermanas, que el Señor nos conceda a todos beber, embriagarnos del VINO BUENO, que es Jesús, DE LLENARNOS de su ESPIRITU para que Él haga grandes cosas en nosotros, como dijo la Virgen. 


Fray Juan Gerardo Morga, OFMCap.


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