sábado, 31 de agosto de 2013

Homilía del 22° Domingo del Tiempo Ordinario.


Evangelio según San Lucas 14,1.7-14.




La forma de pensar de Dios.

Hola hermanos (as), paz y bien.

Cuando nos ponemos a pensar sobre algo o alguien, siempre creemos que estamos bien al pensar de esta forma, incluso cuando alguien nos dice una cosa distinta de lo que pensamos, decimos que esta mal esta persona. Muchas veces sufrimos porque el otro no piensa como yo, me frustro, ando enojado, quiero matarlo, etc. Una solución para esto seria que todos pensáramos como Dios piensa, pero ¿como piensa Dios?

Hoy nos encontramos con un texto del Evangelio que habla de esto precisamente. Para empezar siempre piensa en el otro, nunca piensa en si mismos, siempre quiere lo mejor del otro y no lo mejor para si mismo, y no solo eso, piensa y ama al otro de una forma contraria que nosotros los seres humanos. Veamos:

Jesús dice que no tomemos los primeros lugares sino los últimos. Nosotros los seres humanos siempre andamos pensando y consiguiendo los primeros lugares, queremos sobresalir a como de lugar y queremos ser más importantes que los otros. Es curioso que sigamos a un Dios (a Jesús) que quiso ser el último, nació en un portal, de una mujer, de una aldea pequeña que era la última de Israel, creció en lo escondido, que predicó a los humildes, que perdonó a los que no se consideraban dignos de perdón y denunció a los que se creían buenos, que murió como un ladrón, como el más despreciado, resucitó de una forma sencilla, no espectacular, para que todos creyeran en Él por medio de los mismos hombres. Si nuestro Dios no quiso ser el primero, ¿por qué nos afanamos por ser los primeros?

Jesús nos recomienda que cuando invitemos a comer a alguien, que lo hagamos con aquellos que no pueden pagarnos con la misma invitación. Nosotros pensamos que hay que invitar a los importantes, a los que nos reciban bien más adelante, a los que nos caen bien, a los que les pudiéramos sacar algo de benefició para nosotros, a gente bien. Pero nunca se nos ocurre invitar a las personas que Jesús enumera en este texto: "a los pobres, a los lisiados, a los paralíticos, a los ciegos".

Es importante notar la palabra que repite Jesús al terminar cada parabola, "al contrario" o en otras traducciones dice "mas bien". Estas dos expersiones indican que el modo de pensar de Dios es lo contrario de nosotros, que sus parámetros son otros, que su forma de actuar es otra. De tal forma que si nosotros queremos en verdad ser sus seguidores tenemos que descubrir el pensar de Dios, su querer, es decir, su voluntad en cada acontesimiento, en cada persona, creo que solo así sufriremos menos, nos frustraremos menos. Y por lo mismo amaremos más y de verdad a Dios en nuestros semejantes.

Animo hermanos y hermanas, tengamos el cuidado de descubrir los pensamientos de Dios y los modos de Dios en las vivencias de la vida ordinaria.

¡¡¡¡Dios les bendiga, y que sea alabado Jesucristo!!!

Fray Juan Gerardo Morga, OFMCap.

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