domingo, 4 de enero de 2015

Homilía de la Manifestación del Señor a las naciones.

Del libro de Isaías 60,1-6.

¡Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti! Mira: las tinieblas cubren la tierra, y la oscuridad los pueblos, pero sobre ti amanecerá el Señor, su gloria aparecerá sobre ti. Y caminarán los pueblos a tu luz, los reyes al resplandor de tu aurora. Levanta la vista en torno, mira: todos ésos se han reunido, vienen a ti; tus hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos. Entonces lo verás, radiante de alegría; tu corazón se asombrará, se ensanchará, cuando vuelquen sobre ti los tesoros del mar y te traigan las riquezas de los pueblos. Te inundará una multitud de camellos, de dromedarios de Madián y de Efá. Vienen todos de Saba, trayendo incienso y oro, y proclamando las alabanzas del Señor.

...SOBRE TI AMANECERÁ EL SEÑOR...

Paz & Bien, hermanos (as).

Hoy el Señor se manifiesta (epifanía) a todas las naciones, es lo que quieren significar los magos que llegan al portal donde nació nuestro Amor, nuestro Salvador, el REDENTOR; también los regalos que llevan estos reyes significa que Él es REY (oro), que Él es DIOS (incienso) y Él es HOMBRE (mirra). Es la fiesta de la luz, pues la LUZ iluminó las tinieblas, y es la fiesta de los regalos, pero no que nos van a dar regalos, sino que nosotros vamos a dar regalos al NIÑO JESÚS, pues Él es el festejado, pues ¿cuándo se ha visto que Él que cumple años reparte regalos a los que son invitados a su fiesta?

Es la fiesta de la luz, sin embargo, en ocasiones estamos medios apagados, como en tinieblas, como desganados. Y esto lo digo por propia experiencia, pues aveces los quehaceres diarios te desgastan, te agobian, incluso en ocasiones sobrepasan nuestras competencias, nuestras fuerzas, sin embargo cuando llegamos a este limite tenemos que reconocer lo limitado que somos, que somos instrumentos y es el Señor que amanecerá en tal o cual situación. Cuantos servidores van dando un servicio a medias, necesitados de atención, celosos por que el padre privilegia a algunos, haciendo las cosas solo porque le tocan, haciendo el servicio por protagonismo, y mas aún. viendo el servicio como un puesto de poder o un puesto privilegiado para ser mal encarados, dictador o con derechos preternaturales. Pensamos que somos indispensables en estos servicios, que solo yo estoy bien con mi plan de parroquia.

Estas actitudes o situaciones que enumero es porque no tenemos claro el ejemplo Del que según seguimos, y no quiero decir que yo soy un excelente seguidor de Cristo, un discípulo y misionero ideal como lo proponen los documentos de la Iglesia, pero hay algunas actitudes mínimas que nos hacen pensar que "sobre nosotros amanecerá el Señor", por eso quiero enumerar algunas de las actitudes para que amanezcamos a una nueva realidad:

  1. "Levántate, brilla, (ponga c/u su nombre) que llega tu luz". Muchas ocasiones nos gusta estar tirados, vivir en penumbras, en tinieblas. También a veces queremos brillar con luz propia, pensamos o nos creemos "estrellitas" que solo estrellamos con nuestro testimonio. El profeta nos invita a levantarnos y a brillar pero con el Señor, no solos, pues si lo hacemos solos nos creemos, somos arrogantes, no brillamos con luz propia sino con la LUZ que es el SEÑOR.
  2. "Mira: las tinieblas... y la oscuridad... pero sobre ti amanecerá el Señor". Sabemos porque a diario lo vemos que la oscuridad, que las tinieblas parece que ganan, incluso somos en ocasiones sus instrumentos en lugar de ser instrumentos de la LUZ, pero el profeta dice que no perdamos la esperanza, la perdemos porque nos confiamos en nuestras fuerzas o en la de los otros hermanos que son igual de limitados que nosotros. No lo olvidemos; la FUERZA, la LUZ es JESÚS.
  3. "Y caminarán los pueblos a tu luz, los reyes al resplandor de tu aurora". Solo si nosotros somos instrumentos de la LUZ (JESÚS), como la estrella que guió a los magos hacía Jesús, podremos ser que otros hermanos y hermanas caminen a la LUZ para guiar a los reyes (servidores) caminen al resplandor de la aurora (Jesús).
  4. "Levanta la vista en torno, mira: todos ésos se han reunido, vienen a ti; tus hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos". A veces como servidores solo estamos viendo lo que hacemos y incluso no nos damos cuenta que no lo hacemos bien, pues no lo hacemos con amor, con generosidad; solo lo hacemos porque me toca, porque me pagan, porque no hay nadie más, pero se no se nos olvide que si hay más hermanos que quisieran hacerlo bien, que hay más personas que lo pudieran hacer, pero estamos aquí porque necesitamos de Dios. No olvidemos que trabajamos para Dios y para sus hijos aunque solo vengan por la firma de la misa, aunque solo vengan porque necesitan de Dios, aunque solo vengan porque tiene un problema difícil, pero ¿acaso no nosotros venimos por lo mismo? solo que venimos con más conciencia y más conscientes; se nos olvida que la Iglesia de Dios es un hospital donde los enfermos venimos a curarnos.
  5. "Entonces lo verás, radiante de alegría; tu corazón se asombrará, se ensanchará, cuando vuelquen sobre ti los tesoros del mar y te traigan las riquezas de los pueblos". Solo cuando abrimos bien los ojos, solo cuando no nos encerramos y vemos en torno a nosotros, solo entonces lo veremos todo diferente, lo veremos radiante de alegría; entonces nos sorprenderá de lo que nos estábamos perdiendo; soló así nuestro corazón se ensanchará y daremos cabida a todos y a todas sus ideas, sus sueños. Sólo con una actitud de apertura, de disposición, de servicio humilde, hacerlo todo con amor, no porque me toca, solo entonces no estaremos perdiendo las riquezas que si valen la pena como lo son: una comunidad unida, viva, animada, iluminada y incluyente.
  6. "Te inundará una multitud de camellos, de dromedarios de Madián y de Efá". Creo que hay muchos que quieren ayudar a la Iglesia en sus necesidades, pero no permitimos (los que ya estamos sirviendo) que otros ayuden porque somos celosos, nos creemos los todopoderosos, recordemos que todos somos hijos en el Hijo (Jesús) del Padre de la gloria.
  7. "Vienen todos de Saba, trayendo incienso y oro, y proclamando las alabanzas del Señor". Solo con las actitudes que antes enumeré, las actitudes que cada uno tendría que encarnar, tendremos una parroquia, una diócesis, una Iglesia, donde la gente no solo venga por obligación, por la hojita de asistencia del catecismo; la educación no consiste en darle información a la gente sino en dar gestos, actitudes concretas de apertura, de solidaridad, de amor verdadero, desinteresado. 
Ojala todos hagamos un regalo a Jesús y que sea alguna actitud buena hacía los demás, y si estamos sirviendo sepamos cargar no solo con los reflectores, sino con la cruz que supone. 

El Señor nos ayude. ¡FELIZ DOMINGO!

Fray Juan Gerardo Morga, OFMCap.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario