martes, 15 de diciembre de 2015

Homilía del 3er. Domingo de Adviento - ¿De donde brota la verdadera alegría?

De la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 4,4-7.

Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca. Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y súplica con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Palabra de Dios, te alabamos Señor.

¿De donde brota la verdadera alegría?

Hay muchas cosas que nos pueden causar alegría, pero ¿de donde viene la alegría, cual es la fuente?, Hola amigos y hermanos en el Señor estamos en el tercer domingo del tiempo de adviento que llamamos GAUDETE, que significa "Regocijo, alegría" por la llegada de Jesús.

Podemos distinguir alegrías profundas y alegrías superficiales, por ejemplo, muchas veces nos produce alegría un regalo, un nuevo celular o alguna cosa materias, un novio o novia nuevo, un concierto con tu artista favorito, una buena noticia de trabajo, un aumento de salario. Pero hay alegrías mas profundas, por ejemplo: cuando vas a tener un hijo o hija, cuando ves a una persona que no haz visto por mucho tiempo, cuando el papa o la mama ancianos vuelven a ver al hijo que no veían por mucho tiempo, cuando nos entregamos a los demás o nos entregamos a Dios para servirle como los religiosos, religiosas o sacerdotes, se experimenta alegría que no se explica de donde viene.

La fuente de la alegría y la felicidad es Dios, y estas ultimas alegrías profundas que experimentamos brotan de Dios mismo pues su corazón es bondad infinita y de allí brota la alegría, pues un corazón bondadoso, un corazón que se da, que se entrega es alegre. Por eso experimentamos que las alegrías superficiales no duran, pues su base es lo material y brotan del egoísmo humano o del materialismo, en cambio cuando nos entregamos a algún proyecto que incluye servicio, ayuda mutua, amor incondicional, respeto mutuo hay alegría verdadera.

Constatamos con pena que hay mucha tristeza en el mundo y que hay tanta gente que vive amargada, y es por esto mismo, porque experimentan solo alegrías superficiales que viven de los bienes que van adquiriendo o por personas que quieren poseer de manera enfermiza, hay incluso quien se alegra por el mal de los demás o hace el mal para gozarse, pero esto no es verdadera alegría, es alegría aparente que amarga y seca el alma, que enferma el corazón y lo hace insensible o indiferente.

La alegría que nos propone Dios en este domingo, es la misma de su Hijo, el viene al mundo, se entrega por amor al mundo, por amor al ser humano y de allí la enseñanza a hacer nosotros lo mismo. Pues como entender los gestos de Jesús, desde su nacimiento hasta la muerte de cruz, de pobreza, ayuda, corrección, amor desinteresado, compasión, perdón, misericordia. Solo así poseeremos la verdadera alegría que nada ni nadie nos podrá quitar, pues se fundamenta en el amor de Dios, en la entrega de Jesús por amor y en la guía del Espíritu para hacer el bien y no cansarse.

Alegremonos por que cada día viene Jesús como a Belen (que significa "casa del pan", a nuestro Belen, que nuestros hogares y familias sean un Belen para los pobres y necesitados y allí encontraremos la verdadera alegría, pues "hay más alegría en dar que en recibir"

Fray Juan Gerardo Morga, OFMCap.

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